martes, 24 de julio de 2012

Guitiriz-a 30 km. de Santiago. 69 km. Asi somos en 2012.

Martes, 24 de julio de 2.012.

Hoy tenía pensado, para mis adentros, llegar a Santiago, ver los cohetes y dormir en cualquier sitio, para salir mañana temprano. Pero un despiste estupendo, me ha permitido tirar casi 20 km. a la basura. Total, que estoy a 30 de llegar y será mañana.
El día de hoy, ha sido de trámite, pura bicicleta y puro caloroso. Tanto, que me duele un poco la cabeza. Pocas paradas y pocas fotos, entre otras cosas, porque las baterías, están todas en las últimas y quiero guardar algo para mañana, con el Santo.
El viaje, está a punto de acabar, como los dineros y las baterías. El presupuesto  está agotado y ha llegado el momento de hacer maletas y no lamentarse. Posiblemente, desde Santiago, baje derecho a Madrid, sin paradas para hacer entrevistas, y aprovechar mejor el tiempo.
Eso es lo que pienso hoy, pero... ¿ocurrirá?.
Lo veremos.

lunes, 23 de julio de 2012

Lousada-Guitiriz, 65 km.




Lunes, 23 de julio de 2.012

Amanecí, con la mañana muy desmejorada. De hecho, arranqué con camiseta de manga larga y corta, además de guantes. Las nubes estaban bajas y no se veía ni un gramo de cielo. Lo mejor para empezar el camino en subida. Y larga. 
Cuando llegué a La carretera, paré a preguntar, porque me gusta confirmar que voy bien y charlar, aprovechando. Se trataba de una señora mayor que estaba pelando guisantes en la puerta de la cuadra-garaje, porque ya no tienen animales. Estaba con ella el yerno, Julio, ya jubilado. Hablamos de lo que, inevitablemente, se habla, con cualquier persona mayor de 20 años. De la política puñetera. Y no me extraña. Me enumeraba los problemas de las personas para vivir en los pueblos. La leche, se pagaba al mismo precio hace 20 años, que hoy, por ejemplo. Añadía que, para dar la puntilla a los pequeños ganaderos (ya se la dieron con los cupos de leche, me cuenta), están a punto de aprobar una ley en la que a cada 2 cabezas de ganado, le corresponde 1 Ha. de terreno, creo. 
En fín, Serafín, que decía el otro. Debería haber un Consejo de Sabios y no estar regidos por un puñado de bobos ambiciosos. 
Mas adelante, en un taller de maquinaria, tenían un camión Dodge, de la época del Charlestón. Como quedé con la boca abierta, al verlo, intuyeron que ese tipo de cacharros me agradan y me llevaron a ver un Peugeot  201, impecable y un tractor, no amarillo, precioso. Y funcionando, los dos. Bueno, los tres.
Hoy he visto, con el solazo que más tarde lució, muchos Cruceiros, y Ermitas y Capillas e Iglesias, o Yglesias, como se autodenominan algunas de ellas. Y monumentos a los caídos, pero sólo he visto de uno de los bandos de nuestra guerra. Curioso. Y cementerios, que tienen peinetas. Muy bonitos todos y con mucha historia en sus piedras. Como las casas y los hórreos, y las vallas. Granitos, pizarras,... y madera, de castaño y roble, sobre todo. 
En Baamonde, conocí a Victor Corral, escultor, brevemente. El se tenía que marchar, momentáneamente y no pude esperarle, Lástima. Pero me contó de un Castaño, hueco, de 700 años que hay junto a la Iglesia. Lo iban a cortar, en el 71, porque molestaba para la carretera. Al enterarse, Victor, armado de gubias y herramientas, se encerró en su interior y comenzó a tallar la imagen de una Virgen. Una vez terminada, dos meses después, se inauguró con toda la pompa y prensa de por medio y, famoso el árbol, se convirtió en intocable, proveedor de castañas y artículo de periódicos y revistas.
Victor vive aquí, en una preciosa casa con muchas esculturas en su jardín, que pude visitar, pero , el pueblo, mantiene un alegre dinamismo gracias a sus albergues de peregrinos. En uno de ellos, estuve con un numeroso y simpático grupo de jóvenes que, en número cercano a los 35, están realizando el Camino de Santiago. Pertenecen a Grupos Marcha, de los Maristas. Son abiertos y comunicativos y casi me preguntaban más ellos a mí que a la inversa, jajaja. Son libres de realizar el viaje que, para algunos, tiene una fuerte connotación religiosa y en sus opiniones, hay de todo, desde querer viajar en solitario, hacerlo sin equipaje, etapas más iguales... Se hacen su comida a diario, duermen en polideportivos o donde es posible y se lo pasan muy bien, surgiendo, incluso, algún enamoramiento. 
Así somos, y yo que lo vea y lo cuente, jajaja. 
Y, por cierto, que me he equivocado de camino!!!. Mañana a reconducirlo. Es que me ha dado una pájara e iba zombi. Y un baño, en un río, también me he dado. Y otra cosa, curiosa. Mientras desayunaba, a pesar de estar pendiente, me he abstraido un rato, por lo que se ve. Y un gracioso me ha puesto el cuenta-kilómetros a cero y ha hurgado en el GPS, dejándole turulato, por lo que los kilómetros de hoy, son a ojillo.

Ribadeo-Lousada, 56 Km.


Domingo, 22 de julio de 2.012.

He salido de Ribadeo camino de las Catedrales y me he desviado un poco antes para ver también la Playa del Esteiro y que la marea fuera bajando. A pesar de que era pronto, había bastante gente y la marea, aún no permitía avanzar lo suficiente. Al final, conseguí ver bastante y, sobre todo, disfrutar a tope de un concierto de gaita entre las piedras de la playa, con una acústica de muerte y un gaitero, Fran, que se paseaba por las aguas mientras tocaba. Espectacular. 
Lo estoy rememorando ahora mismo, gracias a que grabé un poco con el teléfono y es genial. En las Catedrales, aproveché para perder mis gafas. Ya llevaban mucho tiempo conmigo, lo recuerdo perfectamente. Las compré en Tielmes, después de que, tras la primera noche del viaje, las espachurrara (dos juegos) a la mañana siguiente. Eran rojas, y bien duraderas, de 21/2 dioptrías, jajaja. Pero según el principio de acción y reacción, me he encontrado con otras, de la misma medida y con el cristal pelín más grande. De cine.
Pedelaee cuanto me fue posible, para llegar a Mondoñedo, parando antes para comer y ver a Fernando ganar la carrera. Juas!. Si coincido un día, con alguna carrera en España, le quito las alforjas a Rocinante y que nos echen un galgo. Le arranco las pegatinas a Fernando.
Mondoñedo es bastante hermoso y tiene una Catedral muy impresionante, un Seminario gigante y más iglesias. Las debieron de hacer para compensar la falta de creencias del Mariscal Pardo de Cela. Dicho señor, era no creyente y fue, en 1.492, condenado a muerte por dicha razón. Su mujer, espantada, fue a pedir indulto, que le fue concedido. Cuando volvía con él, fue detenida por unos soldados para evitar que salvara a su marido. A la hora convenida, al Mariscal, le rebanaron el pescuezo y, cuando la cabeza rodaba por el suelo, iba diciendo: credo, credo, credo.  (Contado por un octogenario).
Sin decir ni pío, por si las moscas, he salido del pueblo por la vía de los caminantes. Va cortando por entre los montes, sin tráfico y por sitios espectacularmente bonitos. Los horreos y los tejados, con grandes lajas de pizarra, e incluso revistiendo paredes, me tiene entusiasmado y hago fotos y fotos, jajaja. El camino, desde Mondeñoedo, sube y sube, pero mañana, bien lo sé, bajará, y yo con él, disfrutando del recuerdo de la subida y saboreando los olores, que entran hasta el corazón.
Dato anecdótico. Yo no sabía que los molinos de viento, los gigantes que están en las crestas de las montañas, hacen un ruido como de avión, pero aquí, en Lousada, que tengo cuatro a tiro de piedra, me permiten confirmarlo.